Opina la alcaldesa de Villalba que, de los 72.000 habitantes del municipio, «71.500 son gente fantástica, pero 500 son okupas y delincuentes». Lo dijo en vivo y en directo, sin sonrojo alguno, durante la retransmisión de la Cabalgata de Reyes en la radio municipal y las redes sociales del Ayuntamiento.
La gravedad de estas palabras radica no solo en el contexto festivo en el que fueron pronunciadas, sino en la estigmatización indiscriminada de un sector de la población sin pruebas ni matices. Numerosos vecinos expresaron su indignación, recordando que un cargo público debe fomentar la cohesión social y el respeto hacia todos los habitantes, independientemente de su situación personal o económica.
No es la primera vez que Mariola Vargas protagoniza polémicas por sus desafortunadas declaraciones. Hace apenas unos meses, la regidora vinculó la inmigración con los problemas de criminalidad en el municipio. Estas afirmaciones fueron realizadas en una entrevista concedida al periódico local Aquí en la Sierra, donde Vargas afirmó: «Cuando paseo, veo gente de todas las razas, de todos los países, somos muy diversos, lo cual enriquece la población y hay veces que también genera problemas, como los que aparecen en el Índice de Criminalidad sobre todo delitos que tienen que ver con las relaciones sexuales, ya que en muchas culturas no entienden que lo que están haciendo aquí es un delito».
Previamente, en 2018, durante un pleno municipal, afirmó que los empleados de la recogida de basuras «trabajan como negros», una expresión racista que intentó justificar calificándola de «dicho popular». Lejos de apaciguar la situación, agregó que «hay muchos españoles que trabajan mucho más», profundizando en un discurso insensible y discriminatorio.
Años antes, en 2014, Vargas ya había tenido que pedir disculpas por utilizar la expresión «perra judía» durante un acto de su partido. En aquella ocasión, también intentó minimizar la gravedad de sus palabras, justificándolas como parte de su «día a día» y de la «forma en la que fue educada».
La reiteración de estos episodios pone en entredicho la capacidad de Mariola Vargas para liderar un municipio diverso y plural y su afición trumpista por aplastar al diferente con las palabras y con los hechos.
JUDIA NO PERO PERRA ERES UN RATO….. PERRA MALAAA