El Pabellón Quique Blas, que debería haber sido un referente para el deporte en Collado Villalba, se ha convertido en el reflejo de la desidia, la mala gestión y los reiterados incumplimientos del Gobierno del Partido Popular y de la alcaldesa Mariola Vargas. Con las obras paralizadas desde hace más de 1.250 días, el estado del polideportivo es lamentable: estructuras a medio construir, instalaciones degradándose a merced del frío, el viento y la humedad… y sin soluciones a la vista.
En marzo de 2023, la alcaldesa prometía que las obras se reanudarían «en dos o tres meses». Sin embargo, dos años después, la realidad es que el Ayuntamiento apenas ha aprobado la licitación del contrato para la redacción de un nuevo proyecto, tras la resolución del contrato con la UTE y el arquitecto responsables. Lejos de ser una prioridad, el proyecto ha sido víctima de una gestión negligente, una alarmante falta de planificación y un desprecio absoluto por las necesidades de los vecinos.
Ahora, Collado Villalba tiene una infraestructura esencial en ruinas. Cada día que pasa sin avances es un recordatorio del fracaso de una administración que promete mucho y cumple nada.
Tres años y lo que nos queda. Disfruten de lo votado.