Se cumple un año del último atropello grave en la calle Rincón de las Eras. Doce meses. Trescientos sesenta y cinco días de promesas vacías y ningún avance real. La misma zona que en 2023 se cobró una vida y destrozó otra sigue igual: oscura, peligrosa, olvidada. ¿Qué hace Mariola Vargas, la alcaldesa del PP, mientras Collado Villalba juega a la ruleta rusa con la seguridad vial? ¿Estamos esperando a que haya otro muerto para mover un dedo?
El PSOE y los vecinos llevan años alertando: la mayoría de los semáforos de la ciudad son un desastre. El de El Zoco se avería semana sí y semana también. El del colegio Miguel de Cervantes lleva años roto, como si los niños no merecieran cruzar seguros. Pero Mariola Vargas, en vez de solucionar esto, dedica su energía a expulsar a concejales de la oposición en el Pleno o a desviar críticas con teatros políticos. ¿Es así como se gobierna? ¿Priorizando el partidismo sobre la vida de las personas?
No es incompetencia: es negligencia. Cada día que pasa sin que se reparen semáforos, sin que se iluminen las calles o sin que se fiscalice el tráfico, es un día en el que el Ayuntamiento del PP demuestra que le importan más sus batallas internas que sus vecinos. La calle Rincón de las Eras no es un “accidente”: es un crimen de desidia institucional.
¿Hasta cuándo? ¿Cuántas familias más tienen que sufrir para que Mariola Vargas deje de gobernar para su partido y empiece a hacerlo para la gente? Si mañana hay otro atropello, no será casualidad. Será responsabilidad directa de quien tuvo un año —y todos los recursos— para evitarlo.
Pero ella cobrando en su despacho LE DA IGUAL TODO
la gente va a toda velocidad y a veces no aran pero es que de noche ni te ven¡¡¡
Y los semáforos hay alguno que funcione?