La alcaldesa de Collado Villalba, Mariola Vargas, va a retirar los semáforos de la zona de Planetocio y de la carretera de Moralzarzal. La decisión ha generado malestar entre los vecinos y la oposición, que acusan a la regidora de priorizar el tráfico rodado sobre la seguridad de los peatones, especialmente en cruces concurridos y cercanos a centros escolares.
Desde octubre de 2022, cuando una subida de tensión dejó fuera de servicio los semáforos del eje calle Real-Batalla de Bailén, la situación no ha hecho más que agravarse. Tras la retirada de estos elementos, que contaban con más de 40 años de antigüedad, los vecinos han denunciado la falta de seguridad en un cruce tan transitado como el del Zoco, donde el Ayuntamiento instaló un semáforo de obra «provisional» sujeto con piedras para evitar su caída. Este punto, que es el primero que ven muchos visitantes de Villalba al llegar en autobús al municipio, ha ofrecido durante los últimos años una bochornosa bienvenida a la localidad, ya que usualmente no funciona o su base empedrada está llena de basura.
La oposición ha criticado duramente al equipo de gobierno por negarse a facilitar los informes de movilidad elaborados por la Policía Local en los que supuestamente se basan estas decisiones. «Los semáforos se ponen y se quitan en función de informes policiales», ha defendido Vargas en repetidas ocasiones, aunque sin aportar dichos documentos. Esta opacidad ha alimentado las sospechas de que las retiradas responden al criterio particular de la propia alcaldesa.
Ahora, con la retirada de los grupos semafóricos de Planetocio y la carretera de Moralzarzal, el PP da un paso más en la política de desmantelamiento de elementos de seguridad vial en favor de la circulación de vehículos. «Es incomprensible que se retire un semáforo en un cruce tan peligroso como el del Zoco, donde pasan cientos de peatones al día, incluidos niños que van al colegio», aseguran desde la oposición.
Mientras tanto, la situación en las calles de Collado Villalba sigue siendo caótica. De los ocho grupos semafóricos del municipio, siete presentan incidencias habituales, según han denunciado los vecinos. Entre ellos destacan los semáforos de la calle Asturias con calle Real, los de la calle La Venta y los cercanos a la estación de ferrocarril, que llevan meses funcionando de manera intermitente o directamente fuera de servicio.
Ahora, el PP firma un contrato de renovación y mantenimiento de semáforos por más de 300.000 euros. El anterior, con la empresa NILUX, no se cumplió por la falta de implicación del concejal de contratación, Miguel Aisa, que no cumplió con su obligación de supervisar el desarrollo del pliego. ¿Seguirán regalando dinero a las empresas a cambio de nada por su escasa afición al trabajo? ¿Funcionarán los semáforos después de pagar semejante cantidad de dinero? Todo es posible en la Villalba de Mariola Vargas.
Sé el primero en comentar